domingo, 5 de octubre de 2014

Ambivalencia

Anoche me bajó una profunda nostalgia...
He pensado en todo lo que me ha ocurrido en este tiempo y siento que esto me está enfermando...
La necesidad de comer me amarra a la bestia, generando en mí un frenesí difícil de explicar... Pero luego, cuando termino de saciar mi hambre, comienza la culpa... Esa horrible sensación de que lo que estoy haciendo no está bien.
Por otro lado, el anhelo de poder acercarme a los humanos, a esa mujer en específico, para sentirme conectado a ese Homo Sapiens que alguna vez fuí me pone ansioso y, luego de conversar con ella, siento que sólo me estoy torturando en vano... ¿Qué saco con intentar conectarme con ese humano perdido si la bestia lo domina? 
Es como una droga con todos sus efectos adversos incluidos...


Hoy quise confesarle un poco de estos sentimientos a Pamela... Le manifesté metafóricamente que padecía de una adicción y que la necesidad de saciar la angustia que me provocaba esta adicción me estaba matando.
Ella me miró como si yo fuese un pobre cachorrito abandonado y me cogió de las manos, diciéndome que me ayudaría a superar la adicción... "Fuese cualquier droga que fuese..." Me habló de lo positivo de reconocer que tenía un problema y que el siguiente paso era tomar cartas en el asunto.

¿Podría tener cura esta adicción? Esta pregunta me quedó rondando en la cabeza, pues tal vez la necesidad de sangre se trataba sólo de una adicción del que se podría uno rehabilitar si evitaba su consumo...

Decidí probar dejar de consumir por un tiempo y ver que sucede....


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