martes, 7 de junio de 2011

El fantasma en la niebla


Hace unos meses, quise experimentar nuevas sensaciones, así que me dediqué una noche a observar una mujer en plena madrugada...
En principio, me llamó la atención porque era esbelta y de hermoso rostro. Me gustaba como se veía fumando un cigarrilo en una posición que inspiraba mucha seguridad. Traía además unas escasas prendas de vestir: Lucía una blusita roja con un escote muy sugerente y una falda negra que dejaba translucir su entrepierna. Recuerdo que tenía una melena rubia, tez pálida y labios bien pintados. Era cosa de tener dos dedos de frente para saber lo que ella era y lo que esperaba a esa hora...

Me mantuve fuera de su alcance de visión, pacientemente observando... La seguí en sus incursiones durante un par de horas... Vi cuántos clientes se le acercaron y con quiénes cerró un trato:
Algunos la llevaron a un motel.
algunos preferían el pack económico y lo hicieron en los callejones.
Otros la subían a sus autos y a los pocos minutos, se bajaba.
En todos los casos, siempre regresaba nuevamente al punto de partida.

En algún momento de la noche, comenzó a caer una espesa niebla.

Momento ideal para lograr acercarme.
Cuando me acerqué aproximadamente a cinco metros de distancia, dejó bruscamente de fumar y giró su cabeza hacia donde yo me encontraba.

Hubo un silencio incómodo...

Sabía que mi rostro luego de la transformación había quedado deformado, mas no imaginaba que estuviese tan mal (He de mencionar que desde el vampirismo, nunca más pude observar mi reflejo)... Con su mirada noté que el espanto era tal, que todo su cuerpo se paralizó.

Me acerqué cada vez más y ella ni siquiera logró pestañear. Me pareció extraño, porque fue el banquete más fácil que he conseguido en todos estos años...


Después de esa noche, no volví a verla más en esa esquina...
Por rumores de vagabundos, supe que la habían internado en un psiquiátrico posterior a mi breve aparición...

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